En mi post anterior preguntaba ¿A quién subsidiamos en el sector forestal?, lo que despertó una buena y civilizada discusión. Aprecio mucho la posibilidad de conversar así.

Hoy ví que Horacio Gilabert puso un link a una columna en El Mostrador que nos recordaba las palabras de Jacques Chonchol a la Asociación de Ingenieros Forestales en 1970. Un llamado a plantar árboles en tierras erosionadas por la eliminación de bosque nativo y sobreexplotación agrícola. Muy interesante, pero me preguntaba del contexto: rara vez uno escucha palabras de un fundador del Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU) en la discusión forestal actual.

Es fascinante recordar lo que dijo Chonchol, Vicepresidente del INDAP durante el gobierno de Frei y Ministro de Agricultura de Allende (implementando la reforma agraria) con respecto a la necesidad de plantar árboles en Chile. Ahí ya hay más contexto: era plantar pero hacer otros cambios radicales.

Viene a colación recordar que el mismo Chonchol publicó el libro “Por una nueva reforma agraria para Chile” en 2018, en que el capítulo 14 llama a “evitar la extensión del monocultivo forestal” y el capítulo 12 a “evitar la nueva concentración y extranjerización de la tierra” y el capítulo 17 a “devolver a las comunidades mapuches las tierras usurpadas y desarrollar una política de mejoramiento económico y social de los pueblos indígenas”. Uff, ¿Mucho contexto? Quizás. El libro es asequible y conviene darle una mirada antes de invocar a Jacques Chonchol como un partidario de más plantaciones de pino y eucalipto.

Yo también estoy de acuerdo con que necesitamos más árboles en Chile pero—como decía en un comentario en el post original—no podemos repetir los subsidios del DL701 y esperar un resultado diferente. Necesitamos paquetes tecnológicos que conduzcan a un manejo forestal que produzca madera que califique de grado estructural si queremos madera para construcción en altura. En caso contrario, vamos a seguir alimentando el mercado de metro ruma, con poco valor agregado, pasando parte del subsidio a las empresas de pulpa y las PYMEs continuarán quebrando por falta de materia prima apropiada.

Podemos pensar en plantar algunas especies nativas; he escuchado cosas muy interesantes acerca de roble, raulí y su híbrido, viniendo de la Universidad Austral. Podemos usar otras especies exóticas también, que amplíen la cadena productiva con más alto valor. Ahí estamos hablando de subsidios interesantes y de un sector forestal más diverso. Buscando algo así entré a estudiar Ingeniería Forestal un día de marzo de los años ochenta en Antumapu.