Las últimas semanas ha habido una ofensiva comunicacional grande del sector forestal chileno, con participación de las empresas grandes, CORMA, el Colegio de Ingenieros Forestales, etc. Editoriales, entrevistas a página completa, cartas al editor… acceso completo a los medios. Instalando la idea de una crisis del sector forestal, de la necesidad de “apoyo” del gobierno, de incrementar la seguridad en la macrozona sur y de políticas que impulsen la expansión del área plantada.

Un componente importante de esa ofensiva comunicacional es establecer como punto de prensa la necesidad de subsidios, en ocasiones indirectamente (“el área forestal creció mientras hubo subsidios, ahora no”), a veces directamente (“necesitamos subsidios”). Otro componente es destacar que el apoyo es para la pequeña y mediana empresa, no las grandes, porque se ve feo que empresas con capitalizaciones de miles de millones de dólares anden pidiendo apoyo del Estado.

Estaba en la ducha, lugar de origen de muchas ideas de investigación y artículos, pensando en esta historia cuando me surgió la siguiente duda: ¿Cuánto de los subsidios a la pequeña y mediana empresa es, al mismo tiempo, subsidio a las grandes empresas?

Línea de pensamiento: el mercado de trozas de pulpa es un monopsonio o un oligopsonio para los pequeños y medianos propietarios forestales (uno o dos compradores, depende de dónde uno esté). Las empresas de pulpa tienen sus propias plantaciones, pero también compran de terceros y fijan el precio de metros ruma (unidad de volumen 1 m x 1 m x 2,44 m), afectando en buena medida la rentabilidad de pequeños y medianos propietarios. Subsidios a las plantaciones se transfieren, al menos parcialmente, como subsidios a las empresas grandes que logran mantener su rentabilidad por medio del precio de metros ruma.

Me gustaría saber si hay estudios que han mirado a este ángulo del problema. Esto es lo que pensaba mirando desde la distancia al sector forestal chileno, necesita ser pulido, digerido, dado vuelta, procesado y escrito con más claridad. 🙂